Nicole Gallardo Sales. Práctica 11. Educación 2030 #INVTICUA21. Me llamo Adriana y sigo amando mi caos
Me
llamo Adriana y sigo amando mi caos. Han pasado 10 años desde que conocisteis a
aquella adolescente de 17 años que, en plena pandemia, estaba desconcertada,
perdida y temerosa ante la nueva vida que se le abría después del instituto.
Sigo
recordando la frase de Albert Espinosa, que se ha convertido en un verdadero leitmotiv
en mi vida: “Los miedos son dudas no resueltas”. Esta frase me ha ayudado a
tomar decisiones en momentos en los que he sentido terror por el futuro.
Ahora
tengo 27 años, acabé mi grado de Maestra y un Máster de Cooperación al
Desarrollo y, como bien vaticinó mi madre, aquí estoy, en una pequeña aldea de
India, dispuesta a cambiar el mundo. Porque el mundo no lo cambian los políticos
ni las grandes empresas. El mundo lo cambiamos las personas cambiando cada día
nuestro pequeño mundo. Parece un juego de palabras, pero no lo es.
Soy
profesora en una pequeña escuela de esta aldea y no puedo ser más feliz. En este
remoto lugar el verde de las montañas sigue siendo verde, el azul del cielo
sigue siendo azul, la mirada de un niño sigue siendo intensa y el abrazo de una
madre sigue siendo emocionante. La vida es vida, otro juego de palabras que no
lo es. La vida en Europa hace tiempo que no es vida, las miradas hace tiempo
que no se cruzan y los abrazos hace mucho, mucho tiempo que desaparecieron.
Sigo
teniendo contacto con mis compañeras de facultad, muchas de ellas son
profesoras en España y me cuentan que no son felices. Recuerdo que cuando
estudiábamos, las TIC nos parecían el gran invento que revolucionaría la
educación. Y al principio sí que fue así, pero poco a poco la tecnología ha ido
ocupando el espacio de las personas y se han ido diluyendo las relaciones
sociales.
La vida aquí en India es muy distintas, las clases no son clases, sino lugares de encuentro en las que todos tenemos un espacio para comunicarnos, para conocernos y para mirarnos a los ojos. ¡Qué importante es poder mirarse a los ojos!
Hay ojos que miran, -hay ojos que sueñan,
hay ojos que
llaman, -hay ojos que esperan,
hay ojos que
ríen -risa placentera,
hay ojos que
lloran -con llanto de pena,
unos hacia adentro -otros hacia fuera.
Son como las
flores -que cría la tierra.
Mas tus ojos
verdes, -mi eterna Teresa,
los que están
haciendo -tu mano de hierba,
me miran, me
sueñan, -me llaman, me esperan,
me ríen rientes
-risa placentera,
me lloran
llorosos -con llanto de pena,
desde tierra adentro, -desde tierra afuera.
En tus ojos
nazco, -tus ojos me crean,
vivo yo en tus
ojos -el sol de mi esfera,
en tus ojos
muero, -mi casa y vereda,
tus ojos mi
tumba, -tus ojos mi tierra.
Miguel
de Unamuno
Podéis recordar a mi Adriana de 17 años aquí.
Fantástico. Has enlazado dos prácticas con magistral prosa y profundos sentimientos. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Esta Adriana refleja el enfado que tengo ahora mismo con el mundo.
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